Las Blockchains son libros de contabilidad públicos, por lo que cualquiera puede ver todas las transacciones realizadas. Esto significa que todas las transacciones que realices para cada criptomoneda se registran en una sola cadena de bloques, y que, además, contiene el historial completo. Por eso lo conocerás como libro mayor distribuido de todas las transacciones.
Recuerda: cómo almacenabas tus recibos físicos y verificabas la cuenta bancaria cada mes.
Aunque sólo lo hicieras para asegurarte de que todas las transacciones que hiciste fueron correctas. En la mayoría de los casos la respuesta es muy sencilla: confiaste en tu banco. Pues con las criptomonedas la necesidad de confianza ya no es tan necesaria, ni tan importante. Esa característica ha quedado relegada a un plano no imprescindible, sobre todo porque ya no hay terceros involucrados. El factor intermediación queda excluido de la ecuación.
Casi todas las criptomonedas utilizan Blockchains públicas donde puedes ver cada detalle de cada transacción que realices.
Pues bien, además de poder ver cuánto se enriquecen otros usuarios, el propósito tiene mucho más valor para ti. Puedes verificar cada transacción que hayas enviado o hayas recibido. Si piensas que el servicio que estás utilizando no tiene la cantidad correcta de bitcoins, podrás verla y comprobar por ti mismo si coincide con lo que acabas de transferir.
Por otro lado, si otro usuario que te haya realizado un envío te asegura que ya te ha hecho la transferencia, aunque no la hayas recibido, siempre puedes verificar la validez de la operación en la propia Blockchain.