Casi todas las aplicaciones que has utilizado funcionan en un servidor centralizado. Aplicaciones como Facebook, Instagram y Twitter, por ejemplo. Esto significa que estás depositando tu confianza en una empresa externa para proteger tu información personal de la piratería. O así debería ser.
Tu banco es otro ejemplo de empresa centralizada. Si un hacker pudiera piratear sus servidores centrales, podría acceder a tu cuenta bancaria y robar todos tus activos. Desafortunadamente, los hacks centralizados ocurren todos los días y no hay nada que puedas hacer para detenerlo.
Hasta la aparición de los sistemas de pago descentralizados. Y Litecoin es una muestra de ello. La única forma de que Litecoin pueda ser hackeada es si alguien controla el 51% o más de su red Blockchain. Para que un hacker consiga este hito, se tendría que generar más del 51% de la potencia informática de la minería en toda esa Blockchain.
Las posibilidades de que esto ocurra son casi imposibles, ya que la red es demasiado grande para que cualquiera pueda tener tanto control. De hecho, costaría millones, si no miles de millones de euros en Litecoin para que sea un éxito. Y solo obtendría el control por un pequeño espacio de tiempo. Por lo tanto, sería inútil el esfuerzo.
Todo depende de cómo o dónde elijas almacenarlos los Litecoins. Hay diferentes tipos de wallets Litecoin disponibles, cada uno de ellos con diferentes niveles de seguridad.
Piensa en cómo almacenarías tu dinero en el mundo real. Almacenar algo de euros en tu billetera de cuero es genial para tu comodidad, ya que puede acceder a ellos y gastarlos fácilmente, pero cuando se trata de guardar otros activos como tus ahorros, por ejemplo, la cuestión se complica. Probablemente te sentirías más cómodo almacenándolos en una caja fuerte, o en el banco de toda la vida.
Hoy día, está implantado un sistema similar para almacenar tus activos y también tus Litecoins. Puedes usar un wallet online para mayor comodidad cuando realices transacciones, aunque personalmente no almacenaría allí todos mis activos. Solo los necesarios para realizar transacciones habituales.
¿Cómo equilibraría yo la seguridad con la comodidad que me ofrecen los wallets? A continuación, te muestro las particularidades de los wallets que facilitan dicho equilibrio.